Esperó a que la sala empezara a vaciarse antes de comenzar a recoger sus cosas. Necesitaba unos momentos de introspección para poder dejar gravado en su espíritu aquel concierto.
No es que fuera aficionada a ese estilo musical, pero aquellos chicos embriagan el alma. Mientras aplaudía a rabiar, de pie, junto al resto del público pensó:
“Mañana tendré resaca”
Pero la idea no le disgustó, más bien, todo lo contrario.
Buscó el casco debajo de la butaca, se colgó el bolso y camino lentamente hacia la salida, recordando cada nota, cada voz, cada canción… Intentando que el mundo a su alrededor no le provocara distracciones, envuelta en la música.
Así llegó hasta la puerta de salida y sintió el aire fresco en la cara. Se acercó a la moto y buscó las llaves en el bolso antes de cruzárselo al cuello, para que no le molestara al conducir.
Tan concentrada estaba, que no notó la puerta lateral que se abría, ni a la persona que salía por ella, hasta que escuchó el primer grito.
Alguien estaba parado, bajo la marquesina del teatro, insultando ferozmente al sorprendido cantante que esperaba al resto de sus compañeros.
Al principio, ninguno pudo entender de qué se trataba. Luego, la expresión del cantante fue cambiando a medida que las palabras iban tomando forma. Entre insulto e insulto, el desaforado iba dando a entender todo aquello que le disgustaba del grupo, de su música y del mundo en general...
Ella suspiró, ¿era necesario armar tanto escándalo?
“Si yo me pusiera a gritarle a la gente sólo porque no me gusta lo que hacen, me habría quedado sin empleo...”
Puso el casco sobre el asiento de la moto y se giro, dispuesta a contestarle alguna cosa que lo hiciera callar, cuando escuchó a aquel loco pronunciar esa palabra, una acusación, la peor...
No le hizo falta mirar al cantante para saber lo que se disponía a hacer. En un instante, sin pensarlo, ella se interpuso en su camino y lo frenó. Las dos manos, firmes, en su pecho.
_ ¡Espere! … ¡Escúcheme!... ¡Espere!_ intentaba hacerse oír entre los gritos de ambos.
El loco seguía parado frente al teatro desafiandolo.
Él intentaba zafarse suavemente. A pesar de que la rabia le impedía ver a la persona que intentaba frenarlo, aún le quedaba el suficiente sentido común como para saber que no quería hacerle daño, no a ella, que seguía intentando evitar un desastre.
“¡Quién me ha mandado a meterme en esto! ¿Ahora cómo hago para que me escuche y ver si logro calmarlo?”
Y entonces, en un impulso...
_DEME UN BESO
Se paró en seco y la miró, interrogante. Ella sonrió:
_Necesitaba que me hiciera caso… No vale la pena, no es más que un idiota
_ ¿De verdad me está diciendo que no merece que alguien lo haga callar?
Los gritos del hombre seguían sonando de fondo…
_Sí, claro que sí… ¡y rápido! Pero no usted. Usted tiene talento...toca la guitarra, el piano… ¿Quiere dejarse los dedos en la cara de ese descerebrado? _
Los gritos del hombre la estaban sacando de quicio.
Se giró para enfrentarlo:
_¿Por qué no te vas a escuchar a Britney Spears?_ la carcajada que sonó a su lado finalmente consiguió callar al loco_ No, en serio, ponete un DVD y hace… lo que quieras….Aaaahg _volvió a mirar al cantante_ ¡Qué asco! ¿A mi sola se me ocurre?Ahora no podré quitarme esa imagen de la cabeza…
_ Tal vez yo pueda ayudarla...
Y así, sin decir más, se acercó a su boca y la besó. Suavemente, por si acaso. Un beso dulce y armónico. Como si conociera esos labios de toda la vida y, al mismo tiempo, con la intensidad de quien quiere descubrir cada rincón, cada sabor…
La idea funcionaba, ahora mismo su mente se concentraba sólo en fijar las sensaciones que estaba recibiendo.
El loco desapareció (literalmente): es probable que se sintiera fuera de lugar, descolocado por esa reacción inesperada.
_Puede abrir los ojos…_ le dijo al separarse
_ ¡Shhh! Se está tan bien en otro mundo…_ susurró ella
_Bueno, este parece haber mejorado un poco, ¿no?
Abrió los ojos y lo miró un instante antes de descubrir, junto a la silenciosa puerta lateral, a los otros 5 integrantes del grupo mirando la escena con una mezcla de sorpresa y diversión en sus expresiones.
_Creo que tenemos público. Será mejor que me vaya…
_No. Espere, por favor. Dígame, al menos, quién es usted_ le gritó mientras ella se sentaba en la moto.
Sonrió detrás del casco:
_Una sombra…
El ruido de la moto silenció cualquier intento de réplica.
Ella seguía sonriendo mientras conducía de vuelta al hotel. Ahora tendría algo más que llevarse cuando, al día siguiente, el avión despegara rumbo al otro lado del mundo, su lado…
Hasta el próximo tic tac
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