- En el último año (12 meses, 365 días, etc.), ¿cuántas veces ha consultado usted la hora en un reloj? (y dónde sino)
- En el marco económico actual, ¿cree conveniente la aplicación de medidas intervencionistas que aseguren el superávit en el saldo de la balanza comercial?
De acuerdo, estas dos me las he inventado, pero poseo pruebas empíricas de que no me he alejado mucho de la realidad.
Evidentemente, no cualquier mortal puede ser Encuestador. No es que haya que pasar por Hogwarts, pero existe una serie de reglas que deben cumplirse a la hora de realizar una encuesta y que no cualquiera está dispuesto a aceptar. Dichas reglas serán detalladas a continuación, con algunos añadidos propios (entre paréntesis): -La encuesta debe ser realizada en su totalidad al entrevistado (es decir, no se invente la encuesta)
-No deben ser falseados los datos del entrevistado (si se llama María, no diga que es un hombre porque no se lo cree nadie)
-No debe omitirse ninguna pregunta (por muy larga que resulte la encuesta o muy estúpida que resulte dicha pregunta)
-La amabilidad, la educación y las ganas de hacer las cosas bien deben mantenerse durante todo el contacto con el entrevistado (si quiere insultarlo, espere a acabar la encuesta y encontrarse a una distancia que le asegure no ser escuchado)
-Se requiere seguridad y confianza en uno mismo para reducir el número de negativas (es decir, esto sirve para algo: créalo)
-Las preguntas deben leerse literalmente, tal y como han sido diseñadas por los técnicos. (…)
-No se debe condicionar las respuestas (“Si elige la primera lo mato”) ni reaccionar negativamente ante ellas (“¡Cómo se le ocurre decir eso! ¡Tiene que estar usted loco para pensar así!”)
-Salvo indicación contraria, las encuestas se realizaran en el domicilio del entrevistado, por lo tanto se debe confirmar que éste vive allí habitualmente (evite hacer la encuesta al amante ocasional, salvo que éste le invite a pasarse por su casa)
-Al acabar la encuesta, el entrevistador agradecerá la colaboración y se despedirá cortésmente (se ruega a los/las encuestador/as no seducir a los/las entrevistados/as: no está bien visto)
Los encuestadores telefónicos (sus poderes mágicos son los mismos, pero trabajan en una oficina, con la vista fija en un monitor y la oreja pegada al auricular del teléfono) deben cumplir, además de lo anterior, unas normas de conducta bastante específicas:
-Puntualidad
-Higiene personal y del espacio de trabajo
-Control de sus adicciones (tabaco y demás…), excepto durante el período de descanso (aunque en éste sólo se acepta el tabaco)
Además…
-Está prohibido realizar llamadas personales sin permiso (cuando pida permiso, recuerde especificar si la llamada es local o internacional)
-Se ruega no romper el material de trabajo
-Es indispensable sentarse correctamente y mantener las formas (…)
Todas estas normas aseguran a nuestros técnicos la fiabilidad de los resultados posteriormente recogidos en informes que serán entregados a personas importantes que no los leerán jamás...
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(Se ruega automoderación)